martes, 1 de marzo de 2011

Degas, los crisantemos y la desconocida

"Mujer con crisantemos" (1865)
 Edgar Hilaire Degas
       Existen dudas sobre si Degas realizó en primer lugar el florero y después añadió a la mujer o por el contrario, mostró una escena que el artista contempló en la casa de un amigo. La figura de la mujer aparece en una esquina de la composición, rompiendo con la asimetría tradicional de estas imágenes, considerándose por consiguiente un añadido posterior. Sin embargo, el pintor pudo representar una delicada visión de un precioso jarrón de flores con la mujer que lo ha realizado, formando parte de la misma composición desde el primer momento.  Lo más llamativo de la obra es el colorido de las flores, jugando con los contrastes de tonos oscuros y claros. La iluminación empleada acentúa aun más esos coloridos vivos, diferenciándose claramente de los que le rodean: sienas, negros o verdes. La agobiante pared del fondo nos trae el jarrón a primer plano, situándose la mesa a la altura del espectador para integrarlo en la escena. Incluso la jarra y el paño sobre la mesa otorgan mayor realismo al conjunto. La mirada de la dama, perdida, ausente, muestra la facilidad del joven pintor para los retratos. Sobre la identidad de esta mujer también existen dudas, sea quien sea, se pone de manifieto el talento de Degas para interpretar sus bellos ojos y su gesto, resultando una excelente obra.

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