sábado, 31 de diciembre de 2011

No le consientas tanto, que acostumbras mal a mi corazón.


Daniel Gerhartz
No le consientas tanto, que acostumbras
mal a mi corazón. Exige, hiere.
Niégale a mi pregunta lo que inquiere,
si pide luz, mantenla en las penumbras

del amor. Cuanto más lo alzas y encumbras
más insaciable está. Mi amor prefiere
luchar por la respuesta, y que él espere
impaciente la luz con que me alumbras.

No le perdones nada a mi descuido
que me duele ser siempre la deudora
de tanto amor, y tal renunciamiento.

Dame que perdonar, yo te lo pido.
Hiere mi corazón, hiérele ahora
para que perdonando esté contento.


"No le consientas tanto, 
que acostumbras"
Pilar Paz pasmar

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Almas hermanas mías...

Edmund Charles Tarbell

Hoy desde el gran camino, bajo el sol claro y fuerte, 

muda como una lágrima he mirado hacia atrás, 

y tu voz de muy lejos, con un olor de muerte, 

vino a aullarme al oído un triste "¡Nunca más!"


Tan triste que he llorado hasta quedar inerte... 

¡Yo sé que estás tan lejos que nunca volverás! 

No hay lágrimas que laven los besos de la Muerte...

 ¡Almas hermanas mías, nunca miréis atrás!


Los pasados se cierran como los ataúdes, 

al otoño, las hojas en dorados aludes 

ruedan... y arde en los troncos la nueva floración...


...las noches son caminos negros de las auroras...

oyendo deshojarse tristemente las horas 

dulces, hablemos de otras flores al corazón. 


"Hoy desde el gran camino, 
bajo el sol claro y fuerte"
Delmira Agustini

martes, 27 de diciembre de 2011

El ángel guardián

Elvira Amrhein

Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.


Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)

El tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.

Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estruja;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.

Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.

"El ángel guardián"
Gabriela Mistral

martes, 20 de diciembre de 2011

Apenas te asemejas al verano...

Daniel Gerhartz
Apenas te asemejas al verano;
eres dulce y templado en cuanto haces,
por más que el fuerte viento agite Mayo
o el calor del verano se me escape.

A veces el Sol arde demasiado
y otras muchas su oro se oscurece,
pues la belleza acaba declinando
por la Naturaleza o por la Suerte.

Mas tu verano eterno permanece
y nunca perderás tanta hermosura
ni podrá presumir de ensombrecerte

la Muerte si en eternos versos duras.
Mientras hombres respiren y ojos vean
mis letras vivirán y tú con ellas.

"Soneto XVIII"
 (William Shakespeare)
Esther Giménez

sábado, 3 de diciembre de 2011

Antes de comenzar mi dulce vuelo...

Edward Alfred Cucuel

Ya me tiene mi Dios. Me ha señalado
el pecho y la razón con su caricia,
y ya siento el empuje que se inicia
en forma inmaterial. Me he levantado

sedienta de confines y, logrado
mi afán, he de buscarme la sonrisa
y al despertar, entre la nueva brisa,
veré mi corazón enajenado.

Porque ya voy a Ti, con esta entrega,
déjame despedirme de la rosa
y saludar la luz en su carrera.

Antes de comenzar mi dulce vuelo,
el árbol prestará toda su sombra
a la fiebre encendida de mi anhelo. 



"Ya me tiene mi Dios. Me ha señalado..."

Pilar Paz Pasmar

jueves, 1 de diciembre de 2011

Azul de tierra en ti

Michael e Inessa Garmash

Parece mar, el cielo 
donde me he recostado a soñarte.

Si vieras mi mirada, 
como un ave, cazando horizontes y estrellas. 

El universo es mío desde que tú te hiciste 
techo de mariposas para mi corazón. 

Es tan azul el aire cuando mueves tus alas, 
que el vuelo nace eterno en repetida ola sin cansancio. 

No sé si en ola o nube abrirme la ternura 
para rodarme al sueño donde duermes. 

Es tan callado el viento, 
que he podido lograrte entre los ecos. 

Soy toda claridad para estrecharte.

Te he visto con los ojos vivos 
como los ojos abiertos de los bosques, 
figurándome en risas y quebradas nadando hasta el océano. 

Te he recogido en huellas de canciones marinas 
donde una vez dejaste corazones de agua enamorados. 

Te he sacado del tiempo. 

¡Cómo te he levantado en un lirio de luz 
que floreció mi mano al recordarte! 

¿Por qué me corre el mar ? 
Tú eres vivo universo contestándome.

"Azul de tierra en tí"
Julia de Burgos