miércoles, 30 de noviembre de 2011

Vivo dentro de cuatro paredes matemáticas...



Carl Vihelm Holsoe

Vivo dentro de cuatro paredes matemáticas
alineadas a metro. Me rodean apáticas
almillas que no saben ni un ápice siquiera
de esta fiebre azulada que nutre mi quimera.

Uso una piel postiza que me la rayo en gris.
Cuervo que bajo el ala guarda una flor de lis.
Me causa cierta risa mi pico fiero y torvo
que yo misma me creo pura farsa y estorbo.



"Aspecto"
Alfonsina Storni

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La niña solitaria y su paisaje...

Daniel Gerhartz
Regresa un viejo aroma y soy de nuevo
la niña solitaria y su paisaje:
los árboles, 
riberas cenagosas,
y el río que traslada sus aguas sin premura.


Frag. de  "Nostalgia"
Flor Alba Uribe

martes, 22 de noviembre de 2011

En la música...

Edmund Charles Tarbell

"En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro,
y el mundo no es sino música hecha realidad"

Arthur Schopenhauer

viernes, 18 de noviembre de 2011

La caricia perdida...

William Waterhouse
Se me va de los dedos la caricia sin causa, 
se me va de los dedos... En el viento, al pasar, 
la caricia que vaga sin destino ni objeto, 
la caricia perdida ¿quién la recogerá? 

Pude amar esta noche con piedad infinita, 
pude amar al primero que acertara a llegar. 
Nadie llega. Están solos los floridos senderos. 
La caricia perdida, rodará... rodará... 

Si en los ojos te besan esta noche, viajero, 
si estremece las ramas un dulce suspirar, 
si te oprime los dedos una mano pequeña 
que te toma y te deja, que te logra y se va. 

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, 
si es el aire quien teje la ilusión de besar, 
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, 
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

"La caricia perdida"
Alfonsina Storni



martes, 15 de noviembre de 2011

Retorno

Edward Johnson Killingworth


Si un verso olvido nunca me devuelve su cita.
Volver es tan difícil como morir de veras,
por eso son distintas todas las primaveras
y esperamos en vano que un sueño se repita.

¡Y tú quieres llegar! En mi mano vacía
tu presencia se vierte reducida y oscura;
se pudren las raíces y el brote no me dura
lo que dura el deseo bajo el golpe del día.

Si hay para cada instante una voz diferente,
ni hay silencio que envuelva por dos veces mi frente,
ni ola que desdoble repetida en la orilla,

¿cómo vas a llegar sobre tu propio paso
si el camino es distinto, y hasta Dios tiemble acaso
al besarnos dos veces en la misma mejilla?
 



"Retorno"
Pilar Paz Pasmar

viernes, 11 de noviembre de 2011

Degas y sus bailarinas azules

"Bailarinas detrás del escenario" (1898)
Edgar Degas

En ocasiones Degas empleó fotografías para realizar sus obras. Las modelos eran fotografiadas en su estudio y luego se basaba en esas placas para componer imágenes tan atractivas como ésta que aquí contemplamos. Son cuatro bailarinas las protagonistas, en diferentes actitudes; mientras una estira sus brazos, dos de sus compañeras se colocan el vestido y la cuarta parece agacharse para atarse las zapatillas. Se destaca la perspectiva alzada, viendo a las figuras desde un lugar bastante elevado. 
El color dominante es el azul, con diferentes tonalidades, mezclado en algunas zonas con varios colores. La fuerte iluminación de la escena provoca interesantes contrastes entre zonas de luz y sombra, mostrando la atracción del artista por la iluminación teatral. Las formas de las figuras casi son engullidas por el color, aunque aún observamos el excelente dibujo que siempre muestra Degas. El efecto fotográfico se muestra al cortar los planos, ofreciéndonos una imagen sesgada de la realidad.

martes, 8 de noviembre de 2011

La inquietud del rosal

Edward Alfred Cucuel
El rosal en su inquieto modo de florecer 
va quemando la savia que alimenta su ser. 
¡Fijaos en las rosas que caen del rosal: 
tantas son que la planta morirá de este mal! 
El rosal no es adulto y su vida impaciente 
se consume al dar flores precipitadamente.


"La inquietud del rosal"
Alfonsina Storni

domingo, 6 de noviembre de 2011

La espera inútil

Claude Oscar Monet

Yo me olvidé que se hizo
ceniza tu pie ligero,
y, como en los buenos tiempos,
salí a encontrarte al sendero.
Pasé valle, llano y río
y el cantar se me hizo triste.
La tarde volcó su vaso
de luz ¡y tú no viniste!
El sol fue desmenuzando
su ardida y muerta amapola;
flecos de niebla temblaron
sobre el campo. ¡Estaba sola!




Frag. de "La espera inútil" 
Gabriela Mistral